La misión
de UNICEF consiste en proteger los derechos de niños y niñas, para contribuir a
resolver sus necesidades básicas y ampliar sus oportunidades a fin de que
alcancen su pleno potencial. Para ello, UNICEF se rige bajo las disposiciones y
principios de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Basada en
diversos sistemas jurídicos y tradiciones culturales, la Convención está
compuesta de una serie de normas y obligaciones aceptadas por todos. Estas
normas básicas —denominadas también derechos humanos— establecen derechos y
libertades mínimas que los gobiernos deben cumplir. Se basan en el respeto a la
dignidad y el valor de cada individuo, independientemente de su raza, color,
género, idioma, religión, opiniones, orígenes, riqueza, nacimiento o capacidad,
y por tanto se aplican a todos los seres humanos en todas partes. Acompañan a
estos derechos la obligación de los gobiernos y los individuos de no infringir
los derechos paralelos de los demás. Estas normas son interdependientes e
indivisibles; no es posible garantizar algunos derechos a costa de otros.
Un instrumento
jurídicamente vinculante
La
Convención sobre los Derechos del Niño es el primer instrumento internacional
jurídicamente vinculante que incorpora toda la gama de derechos humanos:
civiles, culturales, económicos, políticos y sociales. En 1989, los dirigentes
mundiales decidieron que los niños y niñas debían de tener una Convención
especial destinada exclusivamente a ellos, ya que los menores de 18 años
precisan de cuidados y protección especiales, que los adultos no necesitan. Los
dirigentes querían también asegurar que el mundo reconociera que los niños y
niñas tenían también derechos humanos.
La
Convención establece estos derechos en 54 artículos y dos Protocolos
Facultativos. Define los derechos humanos básicos que disfrutan los niños y
niñas en todas partes: el derecho a la supervivencia; al desarrollo pleno; a la
protección contra influencias peligrosas, los malos tratos y la explotación; y
a la plena participación en la vida familiar, cultural y social. Los cuatro
principios fundamentales de la Convención son la no discriminación; la
dedicación al interés superior del niño; el derecho a la vida, la supervivencia
y desarrollo; y el respeto por los puntos de vista del niño. Todos los derechos
que se definen en la Convención son inherentes a la dignidad humana y el
desarrollo armonioso de todos los niños y niñas. La Convención protege los
derechos de la niñez al estipular pautas en materia de atención de la salud, la
educación y la prestación de servicios jurídicos, civiles y sociales.
Al aceptar
las obligaciones de la Convención (mediante la ratificación o la adhesión), los
gobiernos nacionales se han comprometido a proteger y asegurar los derechos de
la infancia y han aceptado que se les considere responsables de este compromiso
ante la comunidad internacional. Los Estados parte de la Convención están
obligados a la estipular y llevar a cabo todas las medidas y políticas
necesarias para proteger el interés superior del niño.
Descargar la Convención aquí:
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